A principios del siglo XX los automóviles no eran tomados muy en serio por algunos sectores de la sociedad. Los consideraban meros juguetes caros de aristócratas. Algo de cierto había en ese pensamiento.
Pero también es cierto que la industria automotriz venía desarrollándose desde finales del siglo XIX, con vehículos más parecidos a carrozas tiradas por caballos que al automóvil que conoceríamos a partir de la década del ’20.
Tres ilustraciones, que podríamos decir que son una tira cómica, nos pintan una situación automovilística que se solía dar con mucha frecuencia en las primeras décadas del desarrollo del automóvil. Las fallas eran mucho más comunes de lo que creemos.
Así el ilustrador J. Stuart Blackton nos reseña, en “Un estudio sobre los caballos”, como transcurre el día en un paseo en automóvil. A las 10 de la mañana tenemos 60 caballos de fuerza para pasar…
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La diversidad de pensamiento es como los colores