Saber que padeces una enfermedad incurable y que te congelen hasta que se descubra la medicina o técnica para curarte forma parte de las leyendas urbanas más extendidas y deseadas. En su momento, la criogenia era la respuesta a ese interrogante y con ella se alimentaron mitos como que Walt Disney no murió realmente y que pacientemente espera hibernando a que se encuentre la solución a su mal.
Sin llegar a tanto ni con la intención de provocar debates estériles, no hace mucho hemos leído que un grupo de científicos norteamericanos son capaces de mantener un cuerpo varias horas en estado de animación suspendida. En palabras que todos entendamos, hacer revivir un cuerpo sin vida. No es la leyenda de la criogenización, pero sí la de mantenernos un tiempo razonable sin vida mientras que se reparan las lesiones (por ejemplo, tras un accidente, donde los minutos juegan un papel…
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La diversidad de pensamiento es como los colores