El problema con el virus de la inmunodeficiencia es que usa el mismo sistema de inmunidad para reproducirse. Al entrar en el organismo el virus ataca las células T CD4 (tipo de leucocitos), responsables del reconocimiento de los ‘enemigos’, se reproduce en ellas, mientras el organismo no reconoce al virus como un patógeno. De ahí el problema de crear un suero contra el VIH: a diferencia de otras vacunas, que ponen al enemigo debilitado frente a las células CD4 para que el organismo desarrolle una defensa, introducir el VIH en el organismo sería como abrir de par en par las puertas de la casa al enemigo y regalarle a los guardias de seguridad.
Sin embargo, un grupo de investigadores franceses y chinos ha logrado encontrar una manera de…
La diversidad de pensamiento es como los colores