En el siglo I a. C. en uno de los anfiteatros romanos y después de una encarnizada lucha, podíamos ver al esclavo tracio Espartaco, el famoso gladiador, ingerir una bebida tonificante al igual que hacen nuestros deportistas de élite. Como si fuera un Rafa Nadal, un Ronaldo o un Usain Bolt (bueno este último quizás no lo necesite), muchos de los gladiadores romanos se recuperaban del esfuerzo de la lucha o del agotador entrenamiento en la escuela de gladiadores, con una misteriosa bebida. ¿Pero qué es lo que contenía? ¿Acaso Red Bull ya se comercializaba por aquellos tiempos?
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La diversidad de pensamiento es como los colores