Dormir mal causa infinidad de problemas. Cometemos más errores (que tienen como consecuencia confusión, olvidos, accidentes laborales y accidentes de coche), estamos más irascibles y tenemos más riesgo de caer enfermos, entre otros.
Pero además, los problemas de sueño hacen que quien los sufra se sienta mal, por lo que resulta comprensible que el 20% de los que padecen insomnio trate de ponerle remedio.
La industria farmacéutica no tardó en reaccionar y ya a principios del siglo XX inventó los barbitúricos, unos fármacos tan eficaces que no sólo inducen al sueño, sino que a menudo directamente inducen al coma y provocan hipotermias e insuficiencias respiratorias. Así que no es sólo el medicamento idóneo para acabar con el insomnio, sino también con todos los problemas de la vida… y hasta con la propia vida.
Cuando este «ligero» inconveniente de los barbitúricos salió finalmente a la luz, en particular a raíz de…
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La diversidad de pensamiento es como los colores