Fue en el siglo XX cuando la humanidad empezó a transmitir concienzudamente al espacio.
Tras décadas enviando sonidos e imágenes al espacio todavía no hemos obtenido respuesta. ¿Estamos haciendo algo mal?
La artista Carrie Paterson lleva mucho tiempo soñando con mandar mensajes más allá de nuestro planeta y su idea es darle a estos una nueva dimensión: la del olor. Si les hiciésemos llegar fórmulas de distintos componentes químicos aromáticos, dice Paterson, los extraterrestres podrían reconstruir ciertos elementos que les permitirían definir la vida en la Tierra: el olor de las heces o de la sangre de animales, esencias de flores o frutas, o el olor de la gasolina, por ejemplo.De esta manera, la vida inteligente en otros planetas que tenga la capacidad de ver o escuchar como nosotros podría explorar el género humano a través de sus olores, uno de los más primitivos y ubicuos de todos los sentidos…
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La diversidad de pensamiento es como los colores