Si el riesgo que supone intentar mover a un enfermo en la zona muerta hacen que sea una taréa inviable, mover un cadaver es algo que casi nadie se plantea. Cuando alguien fallece, su cuerpo queda en el mismo punto donde cayó y cuando se enfría, se congela petrificándose con el gesto y postura exacta que tenía cuando expiró. Si estaba sentado, se queda allí mismo sentado. Este fue el caso de Peter Boardman, que desapareció en 1982 intentando la complicada ruta nor-noroeste. Fue encontrado 10 años después sentado, como si estuviera durmiendo.
Se calcula que atacando la cima del Everest han muerto más 200 escaladores, 150 nunca se han encontrado y los accesos a la cima están plagados de cadaveres visibles que han quedado al aire en el punto exacto donde cayeron, por lo que los escaladores que suben, van sorteando cuerpos que han empezado a bautizar con nombres…
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La diversidad de pensamiento es como los colores