El mayor reto es pensar en esa idea inicial de la que después habrá que hacer un plan de negocios viable, según explica BBC.
Para Alice Barrow y Tom Green empezar su propia empresa fue un paso natural. Comenzaron a hacer velas como una actividad complementaria. Mezclaban colores, esencias y ceras en casa y después vendían el resultado en su tiempo libre.
Lo hacían por amor al arte, pero resultó ser una labor rentable. Las velas de lujo costaban unos US$55 la unidad y se vendían bien. Así que Barrow y Green pronto enfrentaron un dilema familiar para muchos de los aspirantes a emprendedores.
¿Era mejor mantener lo de las velas como hobby o debían dejar sus empleos para dedicarse a tiempo completo a ello? «Empezamos en esto hace tres o cuatro años, sobre nuestra mesa de cocina, y en seguida nos dimos cuenta de que teníamos un producto que podíamos sacar…
Ver la entrada original 502 palabras más
La diversidad de pensamiento es como los colores