Hace más de un año, genetistas de la Universidad Albert Einstein de New York, trabajaban con un pintor y artista conceptual, Daniel Kohn. La reunión parecía extraña, los científicos en apariencia no compartían su realidad profesional con el artista, pero se lo convocó para ayudar a resolver algo que les povoca insomnio a los hombres de ciencia «the big data overload», o sea, manejar la sobrecarga de información.
La informática avanzada produce ondas de datos digitales abstractos que en algunos casos desafían la interpretación, no hay manera de discernir un patrón significativo de cualquier manera intuitiva. Para extraer un poco de orden en éste caos, los analistas necesitan reinventar continuamente las formas en que ellos representan sus datos -. Que es donde el Sr. Kohn aparece. Él pasó 10 años trabajando con científicos y sabe cómo plantear preguntas útiles. Se podría preguntar, por ejemplo, ¿Qué pasa si los datos se corrieron hacia…
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La diversidad de pensamiento es como los colores