Esta es la afirmación del arquitecto Miguel Pérez Sánchez que ha reconstruido la forma original de la pirámide de Keops, confirmando lo que ya muchos investigadores conocían: que la “gran pirámide” no es sólo un monumento antiguo, sino in compendio de conocimientos científicos avanzados (como los números Pi y Phi), y que en sus medidas contiene las claves de determinadas distancias estelares.
Ello ha llevado a algunos autores a atribuir su construcción a alienígenas ancestrales (Von Daniken y otros) o al legado de una antigua civilización desaparecida (Bauval, Hancock). El conocimiento académico siempre se ha mostrado contundente y despreciativo al respecto: no hay nada que explicar porque no hay misterio alguno, las pirámides de Guiza son simples tumbas de faraones, ignorando así trabajos, estudios e investigaciones efectuados de forma rigurosa y documentada.
En un intento de arrojar luz en esta (inacabable) controversia, el arquitecto Miguel Pérez-Sánchez ha reconstruido informáticamente la…
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